Si mi corazón te dijera, lo que te quiero yo.... tu me querrías un poco más.... canta el Bicho. Yo, mientras lo escucho, odio a Wendy. Me odio por dejarla llegar.
Wendy está sola, o se siente sola. No sabe bien porque. Wendy necesita un espejo donde poder mirarse constantemente. Y por eso lo busca, a Peter.
Para amar hacen falta caras o cuerpos. Wendy busca cuerpos desesperadamente mientras corta cabezas. No sabe donde mirar, no sabe que preguntar. Duda. Cuando encuentra a Peter, descansa. Wendy siempre se vuelve importante ante Peter. Y por eso le quiere. Aunque duela.
Peter no se entera de nada. No sabe que es un muñeco. No todavía. Wendy juega. Le encanta disfrazar a Peter e inventarle historias. En las noches le hace el amor, salvaje, y le canta nanas.
Wendy no puede parar de pensar en el amor. Como en los cuentos Wendy quiere comer perdices, lo de ser feliz siempre fué relativo. Wendy utiliza a Peter para sentirse bien y, aunque a ratos le odia, el resto del tiempo le venera. Wendy necesita a Peter para ser, aunque sea de mentira.
En realidad Peter no existe, menos para Wendy. Pero él no lo sabe.
Ni ella.
1 comentario:
Princesa, un día después de años con el tema llegué a la conclusión de que yo era Peter, piensa en ello...
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